Agustín Salas es un producto genuino nuestro.
Nació, se crió y se formó en el Albo.
Pero, hoy, el destino lo alejó.
Su cabeza iba más allá, junto a las ideas claras para su desarrollo, evolución y progreso.
Apenas finalizada la pandemia, con solo 20 abriles, su representante y la ciudadanía española le posibilitaron hacer su primera experiencia europea: se vinculó al Agüimes de Gran Canaria (Liga EBA).
Posteriormente, el Oso pegó la vuelta.
Su misión en Bahía era concluir con la cursada del profesorado de Educación Física y -¿por qué no?- algún día retornar al Viejo Continente.
Transcurrieron cuatro años, sí.
Pero lo logró.
Y acompañado por Martina, su novia.
Actualmente, lleva alrededor de un mes en España, donde las puertas se van abriendo y disfruta de un próspero presente.
“Al viaje lo tenía en mente repetir, después de esa temporada en 2020, cuando decidí volver a Bahía para terminar la carrera”, reconoció “Agus” desde Barcelona.
“La idea era volver acá para sumar experiencia, viajar y conocer. Tardé 4 años en terminar la carrera y, mientras, seguí jugando y trabajando en el club”, añadió.
“En ese tiempo, conocí a ‘Marti’ (la novia). Ella se sumó al proyecto y también está haciendo su camino. Justo coincidimos en los tiempos de nuestros estudios, porque ella se recibió en mayo y yo abril”, apuntó Salas.
Son decisiones de vida, difíciles, pero que con convencimiento y firmeza permiten dar pasos seguros.
Aunque, claro, siempre se precisa de que alguien tienda una mano y de la buena vibra.
“Nuestro objetivo principal es instalarnos, adaptarnos, sumar experiencia y viajar, conocer lugares, gente, aprender, tener nuevos desafíos…”, explicó Salas.
“Valencia iba a ser la primera opción de ciudad, porque nos gustaba y había buenas referencias. Aunque no teníamos contactos, más allá de algún que otro conocido”, confesó.
“Pocos días antes de viajar para Valencia, surgió lo de Barcelona. Acá está Bruno Ferrandi, que también es de toda la vida de Estudiantes y de nuestro grupo de amigos. Él vive en Barcelona desde hace 3 años y me avisó que se había liberado una habitación en el piso donde reside. Así que me ofreció quedarme ahí, en el mismo piso. Para empezar, es un golazo tener a gente amiga y de tu ciudad ya que te pueden aconsejar e incluso ayudar con muchos temas, como el papelerío. Supimos aprovechar la oportunidad y ya casi llevamos un mes en Barcelona”, puntualizó el hijo de Gustavo y hermano de María del Mar.

Y continuó describiendo su realidad:
“La idea es encontrar un trabajo de nuestra área: yo de la preparación física y ‘Marti´del diseño. Pero éramos conscientes que si no encontrábamos nada de eso, trabajaríamos de lo que sea, al menos en los primeros meses. Barcelona nos encantó, es una ciudad muy grande, con mucha diversidad, muchas oportunidades laborales y en ese sentido estamos contentos. Obviamente nos estamos adaptando, pero viene siendo muy positivo todo”, amplió Agustín.
“En lo personal, encontré trabajo en una Academia de tenis (Pro-AB Team), en la parte de preparación física. El contacto surgió por un amigo de Bruno (Ferrandi). Estoy contento y bien allí, voy de lunes a viernes y en la Academia hay jugadores profesionales y amateurs. Está bueno, porque sigo en lo que es ambiente de club y lo convino con alguna clase de gimnasio”, afirmó el Oso, aunque no tiene pensado desprenderse así nomás del balón anaranjado.
“En lo deportivo me fui a probar al club CD Almeda, que participa de la liga de Catalunya. Allí juega otro chico de Bahía (Iñaki Mariezcurrena) que, incluso, también vive en el mismo piso que nosotros, porque hay varias habitaciones allí. Fui un día a entrenar, dejé buenas sensaciones y el entrenador ya me dijo que contaba conmigo para la próxima temporada. Ahora no se está entrenando mucho porque recién terminó el campeonato y la pre temporada iniciará en agosto, pero estoy con ganas de seguir jugando”, reconoció quien habitualmente utiliza el dorsal “14”.
Estudiantes corazón
Salas formó parte del plantel estudiantil actual y participó del actual certamen de primera división denominado Aldo “Bebe” Storti, hasta el momento de subirse al avión.
Agustín participó de las primeras cuatro fechas, siendo su última actuación el pasado 14 de mayo, en el trascendental triunfo como huésped frente a Olimpo (78-75).
Ahora, al alero le toca estar lejos, pero cerca a la vez.
“El contacto con el club no se pierde. Hablo mucho con los chicos y sigo todo lo que pasa, las estadísticas… Los jueves o viernes estoy pendiente de los partidos, porque haber iniciado el torneo jugando y dejarlo por la mitad, es complicado… Aunque lo sigo a full como hincha. Veo que el equipo está bien y que hizo una buena etapa regular. ¡Espero que siga así!”, gritó desde suelo catalán.
“Extraño mucho eso, el día a día del entrenamiento, algo que me gustaba y me hacía bien, charlar con los chicos, las juntadas… Eso es lo que más extraño, como por supuesto a la familia y otras amistades”, admitió Salas, valiente por haber salido de la zona de confort y con la seguridad de haber optado por lo correcto.
¡Nos alegramos de que te vaya bien, Oso!
