¿Y si armamos un fiambre alemán gigante para vender?
Ello se preguntó Alejandra Mayo, relacionada al vóleibol Albo por ser conocida de Antonela, madre de Valentina, la armadora en Sub 14 y Sub 16.
Mayo es propietaria de la rotisería casera “Cumplí tu antojo”, ubicada en calle Pedro Pico 1047 (@cumplituantojo).
La misión de nuestro club, ahora, después de la inundación que azotó a la ciudad el 7 de marzo, es reacondicionar tanto el piso de la cancha 2 -mayormente utilizada por el vóleibol- como también el espacio destinado a la gimnasia artística.
Alejandra, en un primer momento, fue contactada para ser la encargada de proveer el catering de la fiesta aniversario estudiantil.
Una vez cancelada la celebración, debido a la catástrofe, ella misma se ofreció a seguir cooperando con la institución.
Y la original idea de Alejandra, quizá en un primer momento insólita y sorprendente, pero tan fraternal como solidaria, fue tomando cuerpo.
¡Y de qué manera!
Todos se fueron encolumnando en lo que Mayo imaginó y que se fue materializando, como cada piso de la enorme torre de panqueques de 1m40x1m40 que invitaba a zambullirse en ella.

¡Alejandra corazón!
Hay que seguir agudizando el ingenio, buscando recursos, aunando esfuerzos, añadiendo imaginación, pensamientos y sumando…
Empujando y motivando a ir para adelante.
Y es algo de lo que la comunidad alba se puede sentir orgullosa.
Todos, desde su sitio, condición o posibilidad, se ofrecen a estar, a dar el presente y a estirar sus brazos para ayudar.
La iniciativa de Alejandra, el alma mater de todo esto, no solamente frenó allí: puso a disposición su local y cocina e, incluso, hasta consiguió ingredientes por su cuenta de los cuales, prácticamente, no exigió retribución alguna…
Por otro lado, resultó clave y activa la participación de las madres Cecilia, Antonela y Brenda, siendo parte de un grupo de personas que trabajó en diferentes funciones, como por ejemplo para conseguir donaciones de aceite, leche, mayonesa, harina y bolsas “camiseta”.
¡Fue un éxito total!
No quedó nada disponible: se ofrecieron porciones enteras de 22×22, ½ fiambre alemán o ¼.
Y se agotó. Como también aquellos de tamaño “habitual” que se habían elaborado para tener en stock.
Quienes lograron degustarlo, quedaron super conformes y piden más y más.
Toda la comunidad del barrio Pedro Pico, como ahora la familia Alba, siente orgullo y agradecimiento para con Alejandra, en esta acción solidaria que tanto se valora.
Esa es la actitud que importa de las personas.
¿Habrá un segundo fiambre alemán gigante?
