Con gran tino, la Asociación Bahiense de Básquetbol impuso que el inminente campeonato de primera división del básquetbol masculino de 2025, a dar comienzo el 24 de abril, lleve el nombre de Aldo “Bebe” Storti.
Para la familia de Estudiantes, se trata de un prócer.
Una leyenda viviente.
Bebe fue intachable.
Obtuvo, por mérito propio, mucho reconocimiento dentro de la institución al punto de ser homenajeado durante los festejos del centenario, en el año 2018, al implantarse su nombre a la tribuna que yace sobre calle Ángel Brunel.
Completó un amplio recorrido en la institución, ya sea a partir de su etapa como jugador, continuando como colaborador o el sólido dirigente en el que finalmente se erigió.
“Me sorprendió esta designación porque ya estoy alejado, pero se nota que todavía me quieren”, confesó, entre risas, quien seguramente tendrá su tributo en la antesala oficial de la apertura de la temporada basquetbolística con el choque entre el Albo y Villa Mitre.
“No sé si podré estar. Me están doliendo las piernas y más con la humedad, por eso no salgo nunca”, avisó Storti, aunque igualmente intentará reunir fuerzas y efectuar lo posible para poder asistir.
En primera persona
Storti lo vivió todo en el club.
Es el testigo más directo de sangre azul y blanca que pueda existir.
“A los 3-4 meses de venirme a vivir al barrio -relató- nos enteramos que en la cuadra iban a hacer un club. Era el año ’38. Y en el ’42 empezamos a jugar al básquet”, indicó con su voz disfonica pero firme, quien es suegro de Jorge Faggiano y abuelo de Isabella, Lucas y Máximo.
Es que el Casanova es su hogar.
¿Quién puede negarlo?
Su don de gente, aspecto bonachón, costado amable, servicial, solidario, los ojos claros distintivos y el platinado de su cabellera, lo hicieron sobresalir.
Es querido por todos.
Y siempre estuvo ligado a Estudiantes Albo, de una u otra manera.
“Me quedo con el Bebe dirigente, recuerdo todas las subcomisiones… No fui un buen jugador”, confesó Aldo, a pesar de haber concluido toda la etapa formativa y de haber sido el capitán del equipo de Segunda que se coronó campeón en 1948.
Bebe está próximo a cumplir 93 años y mantiene el vínculo con su peña de amigos.
“Siempre pasa alguno a charlar. Somos cinco, que nos vemos hace 70 años. ¿Los nietos? También vienen seguido… A Lucas no lo vi jugar más en vivo, desde que se fue de Estudiantes. Siempre que está en Bahía, viene a verme en las mañanas”, reconoció Aldo, cuyo uno de sus próximos objetivos es volver a observar de pie la querida cancha 3.
“Solamente pasé una vez a ver cómo quedó, el 24 de diciembre, a la noche y en auto… Estuve presente el día del lanzamiento del proyecto. Es una hermosura. Espero llegar a verlo”, esgrimió con ese cálido tono de voz y sintiendo en el alma esa genuina ligazón con el Albo.
Sos un grande, Bebe.
Hablar de Estudiantes, es hablar de vos.
De pie, señores.
¡Y no dejen de aplaudir!
Fotos: gentileza familia Faggiano
