Como todos sabrán, nuestra ciudad y nuestro querido club están pasando momentos muy duros y tristes como consecuencia del peor temporal ocurrido por estas latitudes.
Sin embargo, cuanto el viento paró comenzamos a pensar en la reconstrucción y sentimos más fuerzas que nunca para volver a poner al albo en pie y para colaborar con las instituciones que nos necesiten.
En ese sentido, compartimos aquí abajo un texto publicado en el diario La Nueva que hace alusión a la primera reunión que mantuvimos para poner clarificar ideas, arremangarnos y empezar a trabajar.
La compartimos:
Autoridades del Club Estudiantes convocaron el domingo por la tarde a las familias del albo para informar sobre la situación en la que se encuentra la institución como consecuencia del derrumbe total de una de sus canchas, lindera a calle Ángel Brunel.
En ese espacio, la noche del 16, se preveía la celebración de la Cena de Fin de Año de todas las disciplinas deportivas, por lo cual, las sillas y mesas que iban a ocupar las familias durante el evento estaban allí dispuestas.
La tormenta se desató antes de las 21 y desde el club ya se había comunicado la decisión de suspender el evento acorde al alerta meteorológico por lo que no hubo que lamentar heridos ni pérdidas humanas más allá de que el espacio citado anteriormente se derrumbó por completo.
Federico Hiebaum, presidente de la Comisión Directiva, se refirió con mucha emoción a quienes perdieron a sus seres queridos en otros ámbitos, tal como sucedió en el club Bahiense del Norte.
“Estamos quebrados por la situación, es algo que nadie esperaba. En nuestro caso agradecemos porque sabemos que estas son pérdidas materiales y que si trabajamos juntos vamos a poner al club de pie”, dijo.
Comentó que el club recibió la visita del Comité de Crisis encabezado por el intendente Federico Susbielles para relevar daños y evaluar de qué manera seguir adelante. Hoy se conoció el convenio entre el Municipio y la Cámara de la Construcción para la remoción de escombros, algo que es prioritario.
La Comisión motivó a los presentes a formar comisiones de trabajo para organizar eventos que permitan recaudar fondos, difundir las actividades y afrontar los gastos que ya se empezaron a asumir. También se mencionó que es necesario elaborar estrategias para evitar el vandalismo dadas las condiciones de vulnerabilidad del edificio.
También se expresó la necesidad de contar con mecanismos de seguridad para preservar los recursos de la institución hasta tanto se pueda comenzar con la reconstrucción del edificio.
Hiebaum agradeció por la cantidad de gente que se acercó al club a colaborar y mencionó que conocía los rostros de casi todos los presentes.
Por su parte, Guillermo Osinaga, también integrante de la Comisión Directiva, mencionó las cuestiones técnicas vinculadas al derrumbe más allá de que se esperan los resultados del peritaje oficial.
“La idea es que en marzo el lugar esté en condiciones de ser usado por los chicos y chicas del club para realizar sus actividades. Cualquier ayuda, idea, cualquier contacto con gente que pueda colaborar en este momento es importante”, dijo.
Asimismo, el arquitecto Juan Giovino, socio y colaborador del club, puso a disposición su estudio profesional de arquitectura para la etapa de realización de un nuevo proyecto.
“Podemos pensar qué hacer con este espacio, incluso realizar algo nuevo, ya que debido a los destrozos hay que empezar de cero”, dijo.